XIX

La sesión de fotos se había iniciado pronto en el hotel abandonado, por la mañana, para aprovechar al máximo la luz y el calor del sol. Una modelo estilizada, vestida tan sólo con un body negro ajustado, arquea su cuerpo sobre una pared llena de grietas. Negro sobre blanco. A su lado, una chica toma medidas con el fotómetro o utiliza un flash auxiliar según la necesidad; frente a ella, completa el trío otra chica que apunta con el objetivo de la cámara. No es la primera vez que viene por aquí; hace dos años que visita el lugar. Antes han visitado una fábrica. La modelo propone tumbarse en el suelo. La respuesta que le dan es si te atreves... El flash relampaguea frente a una chimenea, el cuerpo sinuoso dibuja una sombra; el ladrillo rojo y el hollín sirven de fondo silencioso e impasible a la escena.