XVI

Desde el punto de vista de la evolución de los mercados, un edificio abandonado, cuanto más ostentoso mejor, es el lugar donde la economía alcanza su cenit, entra en crisis y revela la ausencia de valor en la que se basa el intercambio monetario. Dentro de las enseñanzas que reciben los economistas, debería incluirse como práctica obligatoria la visita a las ruinas y los desechos de las crisis periódicas, por no decir a las víctimas de las hambrunas, quizá de este modo las plazas quedarían vacantes.