II

En algunas culturas, tres bloques de piedra alrededor del fuego, que sirven de soporte para la cocción de los alimentos, representan a los antepasados, los difuntos y los no-nacidos, las tres ausencias destacadas o formas de invisibilidad del hombre. Triángulo de piedras angulares, capitales, rodeando un fuego central, que delimitan y marcan, como un poste en las lindes de un terreno cultivado, la amplitud y los lìmites de lo desconocido en el alma. El complemento necesario es una doble pirámide, a partir de las líneas imaginarias que se prolongan hasta el cielo y se hunden en la tierra, que muestra en su vértice superior y en el inferior el reino de lo desconocido en el mundo, la pirosis universal que alumbra y consume todas las cosas.